sábado, 26 de agosto de 2017

Los frescos

Yo, personalmente, no sé ustedes estoy harta de "los frescos del barrio", o sea, del despliegue de machismo que hay cada mañana en la ciudad. No es que me importe que haya repartidores y que todos sean hombres, y que vayan aparcando dónde quieran (pasos de cebra, semáforos) con total impunidad. Es que a estas alturas del siglo,...porque en la transición, en los años 70 todavía se creía que eran los hombres los que movían el mundo. Es decir, ellos abrían y cerraban las ciudades, pero hoy día, con 30 años ó 20 de educación en valores a nuestras espaldas, cuesta creerlo. Es normal ver todo su despliegue de habilidad, pero a mí, señores, me cuesta trabajo tragarme la imagen de la limpiadora discreta, empacada en su uniforme, callada, con los cascos, esperando en la parada del autobús,duele....
Pero, pensándolo mejor, y reconstituyéndome un poco el cerebor (que lo tengo muy dañado) cuántas veces no hemos tenido que atravesar una calle mojada mientras nos echaban un balde de agua al lado? en fin de todo hay  en este mundo...
Me molesta especialmente empezar a oir sus gritos a las 7 de la mañana cuando todo el mundo está callado, pero no porque griten, sino porque las mujeres no lo hacen. Las mujeres no se sitúan en lo alto de una atalaya y empiezan a dar órdenes (esto en las obras, n van por ahí con taladradoras) enfín, hay para todos....
Y aquí aprovecho para colar un chiste que siempre me hizo mucha gracia. El del teniente que lo pregunta al sargento qué señor han detenido ya al agente del crimen y dice el sargento "no ,señor, el suelo no se había secado" No me hagan demasiado caso en los rangos y tratamientos porque estoy algo pez en esto.
Pero, ya bromas a parte y hablando de ruidos, recerdo cuando vivía yo en la calle Alcántara, y me levantaba a las 3 de la mañana, y oía conversar a la vecina de enfrente (que debía ser telefonista) y aguantaba sin el aire acondicionado y sin la brisa en verano hasta las 7:00 : qué alegría oir el despliiegue de sillas en el bar que se abría.
Y ya, bromas a parte, paséense cada maána por la ciudad, esto sigue siendo la españa de los 80

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